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sábado, 15 de septiembre de 2012

The Elephant Man (El Hombre Elefante) (1980) - Conmovedora y casi deprimente historia de superación al estilo más personal de Lynch.

John Merrick: "¡No soy un elefante! ¡No soy un animal! ¡Soy un ser humano¡ ¡Soy un hombre!".
10/10

¡Saludos sangrientos lectores!
Mi devoción hacia David Lynch está perfectamente fundamentada. Disfruto ampliamente su trabajo no solo porque trasciende en lo visual, si no porque también rebasa fronteras en cuanto a mensajes de todo tipo y emociones. Todo envuelto en un estilo casi surreal.  Es toda una experiencia.

Admito que cuando era un mozalbete, éste film me asustaba pero me invadía de tristeza, no entiendo el porqué... Asños despuès decidí darle otra oportunidad una vez que hice a un lado dichos recuerdos tormentosos y ahora todo tiene sentido. Me encuentro un domingo por la mañana reseñando éste grandioso título.

Con "El Hombre Elefante", Lynch nos muestra su lado más accesible pero al mismo tiempo el más personal.  Antes de que pudiera construir totalmente su estilo sui generis, nos trajo éste film desgarrador y reflexivo.

Veámos qué hay dentro de éste show de freaks...

¿DE QUÉ TRATA?
Basado en una historia real.
John Merrick es un sujeto horriblemente deforme y es la atracción principal en un show de freaks de un circo donde se le conoce como "El Hombre Elefante".

El dueño del circo, un tal Bytes, lo maltrata físicamente al propinarle golpizas, tenerlo encadenado, alimentándolo únicamente con papa frita, aunque lo exhibe como su "tesoro".

Frederick Treves, un cirujano victoriano que trabaja para el Hospital de Londres, muestra genuino interés por John hasta el punto de pagar una buena cantidad de dinero a Bytes únicamente para conocerlo. Treves queda impactado y deprimido tras el encuentro.
Bytes, un ebrio furioso, un buen día le propina una golpiza a John, que lo deja al borde de la muerte, por lo cual buscan la ayuda de Treves quien lo interna en el afamado hospital donde recibe un trato muy amable y humano. También lo muestra ante sus colegas para examinar y explicar su condición, lo cual causa un gran impacto dentro del hospital y en la sociedad.

Ésta sociedad ve a Merrick como un monstruo cuando en realidad es un hombre culto, inteligente, sensible, pero que ha sufrido más que nadie.
Treves se encarga de que la gente cambie su opinión respecto a su paciente, quien logra alcanzar fama por pero también se llega a cuestionar si en verdad lo está ayudando o lo está exponiendo al morbo de la sociedad londinense.

Los problemas surgen cuando Bytes lo intenta recuperar y cuando algunos seres humanos físicamente "enteros" demuestran que tienen todo excepto humanidad.

LO BUENO
"El Hombre Elefante" es otra obra maestra de Lynch. Sin lugar a dudas es un film conmovedor y en ciertas escenas demasiado deprimente. Ahora, si no has visto ningún film del cineasta americano, te recomendaría que empezaras precisamente con éste título. ¿Porqué? La historia es linear y la narrativa es muy fácil de seguir. En 1980 Lynch aún no adoptaba su estilo tan complejo y peculiar aunque ya daba señales de que su trabajo era "diferente" (por ejemplo, la bizarra e inquietante pesadilla de John, o el inicio donde se da a entender que una mujer es violada por un elefante; son escenas que fungen como un avance de lo que encontraríamos por ejemplo, en "Blue Velvet").

El hecho de que la Cinematografía es en Blanco y Negro le añade un sentimiento de cierta tristeza y más credibilidad y realismo al maquillaje empleado en el actor John Hurt. Éste manera de filmación fue muy popular en Estados Unidos durante la década iniciada en 1930, lo cual le da un look muy elegante al film.
En lo personal, el film me conmovió porque la vida de John ha sido terriblemente injusta. Como él bien lo reclama en la fatídica escena del metro, él es un ser humano como todos nosotros; la única diferencia es que su cuerpo está deforme. Lynch resalta ésta situación en escenas clave de las cuales comentaré por separado. El resultado fue que primero sentí lástima por él pero al final fue admiración. Su actitud y fuerza interna es para ovacionarle.

Primero, cuando el Director del Hospital, el imponente Carr Gomm lo entrevista, John se pone tan nervioso al grado de soltar una lágrima y no poder hablar fluidamente. Momentos después, logra recitar un pasaje bíblico lo cual nos indica que es un tipo culto. Posteriormente re-afirma su lucidez e inteligencia cuando interpreta con una famosa actriz algunos diálogos de "Romeo y Julieta".
Posteriormente, cuando Treves invita a John a tomar el té en su casa y conocer a su esposa, la reacción de John después de ver las fotos de sus hijos y contemplar la lujosa vivienda, es llorar y decir que "su mamá estaría orgullosa de él por tener amigos de esa categoría". La actriz que interpreta a la Sra. Treves genuinamente llora por compasión por tal situación.

Finalmente, cuando John es nombrado paciente de por vida en el Hospital de Londres y recibe su estuche de "limpieza personal", se emociona tanto que hasta practica su comportamiento en sociedad, cuando de pronto es interrumpido por gente que lo trata como un monstruo y le aplican un "bullying" terrorífico.
Con esos ejemplos entendí el mensaje de Lynch, quien generó un vínculo afectivo entre la audiencia y el personaje con la finalidad de que entendiéramos su sufrimiento, el cuál va más allá de su aspecto físico. John Merrick es un alma torturada y frágil quien no se siente lo suficientemente apto para ser feliz (lo cual logra eventualmente). Lo cual me lleva al cuestionamiento: "¿nuestra felicidad es superficial?".

Otro acierto en la narrativa es el hecho de mostrar al Dr. Treves confundido respecto a su actuar con John. En algún momento durante un insomnio, comenta con su esposa que se considera igual que Bytes, el explotador ya que ha exhibido a John ante la sociedad. Todos quieren conocerlo, convivir con él, alimentar su morbo. No todos, pero aún así lo explota indirectamente. Éste problema emocional se incrementa cuando Mothershead le recrimina por la misma situación.

Los escenarios son pocos pero enriquecedores. Su ambientación es perfecta y se cuida hasta el mínimo detalle para trasladarnos a principios de siglo.  Tenemos momentos inolvidables en el hospital, en una sala de conferencias, en el circo, y sobre todo, en la opera (lo cual es para mi el momento de mayor emoción).

La Dirección es estupenda en el sentido más amplio de la palabra toda vez que los diálogos se complementan con los escenarios y la vibra cambiante. Quiero decir que se presentan diversas emociones a lo largo de las 2 horas de duración. Por momentos sufrimos junto con John, después nos alegramos por él al más puro estilo de "High Five John!, bien hecho", más adelante sentiremos rabia e impotencia, y finalmente se nos queda un sentimiento de tristeza cubierta en satisfacción.
Lynch tiene un gusto especial por demostrar el lado más oscuro de la conducta del ser humano y en ésta ocasión no se lo guardó, como en casi todos sus trabajos. Mediante la conducta de Bytes y el velador del hospital presenciamos ignorancia, nula sensibilidad, avaricia, y en general sentimientos negativos. Ellos son los monstruos que eventualmente son enfrentados por el lado luminoso de la gente. Como cuando un sujeto se molesta por la tortura que John recibe en el circo y le escupe a Bytes, o cuando un velador honesto denuncia el pequeño negocio de su compañero. Aún existe esperanza en la sociedad. El Director lo transmite de manera más evidente en "Blue Velvet" de 1986.

Aunque se da tiempo para mostrarnos su lado más creativo como cuando los freaks escapan con John para que realice el viaje de regreso a Londres. Son escenas sacadas de cuentos, en serio. La caminata por la noche luce esplendorosa en blanco y negro. Fantástico.

También por momentos se inspira en los films de monstruos de los años 1940's, lo cual me pareció un homenaje.

Las actuaciones son el punto más importante. John Hurt nos brinda una de las interpretaciones más desgarradoras, nobles, y emotivas jamás vista. Le da vida a un monstruo, lo cual es meritorio desde el punto de vista que quieras. La manera en que intenta hablar, sus movimientos corporales, su emoción al vestirse de traje, al tomar el té, etc. ¡Grandioso! Una de las mejores actuaciones en la historia, así de fácil.
Anthony Hopkins también nos sorprende gratamente como el Doctor noble y caritativo que funge como el mentor de John. La escena en que éste último le agradece por llevar felicidad a su vida es el más claro ejemplo de que cumplió con su labor al transmitir mediante su personaje la anti-tesis del Dr. Frankenstein.

Anne Bancroft derrocha elegancia y clase en el papel de Mrs. Kendal, la actriz famosa que se interesa genuinamente por John. Brillante cuando comparten la obra de Shakespeare y sobre todo, en la opera. Momentos muy tiernos por así decirle.

John Gielgud y Wendy Hiller son los clásicos actores británicos que se muestran estoicos en pantalla y su simple presencia hace su trabajo. ¡Grandiosa selección de reparto!

Mención especial para Freddie Jones, quien da vida al avaro y sucio Bytes. Repugnante ser humano. Cuando uno detesta a un personaje significa que el actor lo hizo muy bien.

LO MALO
No encuentro absolutamente nada malo al film. Muchos critican la falta de explicaciones sobre la condición de John, pero yo creo que es mejor así. La fórmula es fácil: nación deforme, sufrió en un show de circo, es maltratado, recibe una oportunidad para vivir en sociedad como cualquier otro ser humano. Se implica que su madre fue violada por un elefante durante su cuarto mes de embarazo y nunca más volvió a saber de ella. Esto sirve para sentir aún más tristeza por él cuando la recuerda y la añora mediante su fotografía.

Algo que tal vez me hubiera gustado conocer es la vida sexual de John. Se explica al principio que sus genitales están "perfectos", por lo cual tal vez hubiera sido interesante mostrar su deseo sexual ya que en su cuarto tenía demasiadas fotos de mujeres hermosas. Un poco de morbo, lo admito.

Tal vez pondría paréntesis al comparar éste título con "Freaks" de 1932. No sé si es algo bueno o malo, pero sin dudas Lynch le dio su toque personal por momentos a una trama explotativa que fue popular a principios del siglo anterior.

S A N G R E / G O R E
Eventualmente, el rostro de John es monstruoso y repugnante pero conforme avanza el reloj, dejamos de sentir asco y lo vemos de manera compasiva. Aún así es impactante mirar su torso totalmente deforme.

LA MÚSICA
Estupenda, emotiva, complementa la experiencia emocional. John Morris creó una pieza para cada cambio de atmósfera. Tristeza, esperanza, furia, y los típicos momentos Lynch, o sea, mezcla de todo. Cuando John es maltratado y obligado a beber la música es fantástica, inolvidable y circense.

"Adagio for Strings" se utiliza de manera espectacular. Es automáticamente una pieza exclusiva para éste film.

                                            DESNUDOS
Busca en otro lugar pervertid@.

R E C O M E N D A C I Ó N 
Como Película, "El Hombre Elefante" es perfección. Tiene una historia sólida, una narrativa fluída llena de emociones y cuestionamientos internos, actuaciones magistrales, visuales inolvidables, y el talento de un Director histórico. Ésta es la historia de un sujeto que ha sido humillado, violentado de manera cruel, pero que a través de fuerza de voluntad y nobleza, logra sobreponerse a la inmisericordia de lo que conocemos como vida y alcanza la felicidad.
En momentos se me generaba un nudo en la garganta al mismo tiempo que pensaba: "Gracias David Lynch por recordarme lo que debe ser el cine: el universo paralelo donde vivo grandes experiencias que jamás podría imaginar".

El mensaje final en el que la mamá de John brinda unas palabras, resume todo.

T R I V I A
El diseño del rostro de John Merrick inspiró al de Jason Voorhees en "Viernes 13 parte II", así como el costal con  la apertura en el ojo.

2 comentarios:

Mademoiselle Luciole dijo...

Estoy impactada!, no hay peor monstruo que la sociedad, me encantó la película, el valor cinematográfico es exquisito; en cuanto a la historia conmovedora y repugnante, no por John, sino por el morbo. Grande Lynch como siempre. Saludos!

R. dijo...

De acuerdo Mlle.

Un film grandioso por parte de Lynch. Su manera de mostrar a la sociedad londinense de ésa época es tristemente un reflejo de cómo es hoy en día.

Brutal y conmovedor. Solo Lynch lo hace posible.

Saludos!